Como parte del campo problémico dimensión tecnológica, el seminario cobra sentido desde la intención de complementar expectativas alrededor de lo que caracteriza y define el pensamiento tecnológico y las diferentes situaciones que en ese sentido han ido permeando el concepto en las tendencias contemporáneas, caracterizadas por el vértigo y la dinámica de los cambios. Se trata entonces no solo de la caracterización en si misma de lo que significa pensar tecnológicamente, sino además de sugerir posibilidades que puedan aportar al trabajo de otros espacios, (vivencia escolar III específicamente) en el sentido de la fundamentación de procesos de este orden, para desarrollar precisamente el pensamiento tecnológico, creativo y crítico desde la infancia. Este acercamiento preliminar, tiene un propósito ético-político; el de rescatar la figura del maestro, en medio del boom de la educación virtual y las declaraciones muchas veces en contra, del papel mediador del maestro de carne y hueso, en los procesos de enseñanza y el aprendizaje; propósito crucial si se piensa que en la educación de las infancias, debe seguir siendo fundamental el acompañamiento del mundo adulto en la exploración de un campo tan diverso y complejo como es la televisión o la internet. Dicho rescate lleva intrínseco una tarea epistemológica, pedagógica, incluso axiológica; en la problematización por parte de las futuras maestras del uso de la tecnología y el papel que ellas le dan a la misma en su quehacer pedagógico.
Como parte del campo problémico dimensión tecnológica, el seminario cobra sentido desde la intención de complementar expectativas alrededor de lo que caracteriza y define el pensamiento tecnológico y las diferentes situaciones que en ese sentido han ido permeando el concepto en las tendencias contemporáneas, caracterizadas por el vértigo y la dinámica de sus cambios. Se trata entonces no solo de la caracterización en si misma de lo que significa pensar tecnológicamente, sino además de sugerir posibilidades que puedan aportar al trabajo de otros espacios, (vivencia escolar III específicamente) en el sentido de la fundamentación de procesos de este orden, para desarrollar precisamente el pensamiento tecnológico, creativo y crítico desde la infancia. Este acercamiento preliminar, tiene un propósito ético-político; el de rescatar la figura del maestro, en medio del boom de la educación virtual y las declaraciones muchas veces en contra, del papel mediador del maestro de carne y hueso, en los procesos de enseñanza y el aprendizaje; propósito crucial si se piensa que en la educación de las infancias, debe seguir siendo fundamental el acompañamiento del mundo adulto en la exploración de un campo tan diverso y complejo como es la televisión o la internet. Dicho rescate lleva intrínseco una tarea epistemológica, pedagógica, incluso axiológica; en la problematización por parte de las futuras maestras del uso de la tecnología y el papel que ellas le dan a la misma en su quehacer pedagógico.