“...la inversión realizada en la reducción del riesgo, no debe ser entendido como un gasto, sino como una inversión”.
Estoy de acuerdo con la afirmación que plantea el Plan Nacional de Gestión del riesgo, puesto que, a pesar de que algunos desastres, emergencias y/o accidentes ocurren de maneras “imprevistas”, la mayoría de estos tienen la posibilidad de ser gestionados por adelantado, esto supone una inversión monetaria por parte del estado, entidades públicas o territoriales que administren un presupuesto dirigido a la prevención de dichos riesgos y amenazas. De este modo, es posible contribuir a la seguridad, el bienestar y la calidad de vida de las personas más vulnerables.Amenaza y vulnerabilidad
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