Filosofías del vivir sabroso

Filosofías del vivir sabroso

de ZULY VANESSA PALENCIA CARABALLO -
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El Buen vivir y el vivir sabroso surgen como alternativas al modelo de desarrollo extractivista, inspiradas en las cosmovisiones indígenas y afrodescendientes de América Latina. El buen vivir, originado en conceptos andinos como el sumak kawsay (quechua) y el suma qamaña (aymara), busca la armonía entre las personas, la comunidad y la naturaleza, priorizando el equilibrio y la sostenibilidad.

El vivir sabroso, propio de las comunidades afrodescendientes del Pacífico colombiano, reivindica una vida digna, en paz y con alegría, basada en la conexión con el territorio, el respeto a la diversidad y la resistencia al racismo y la exclusión. Ambos conceptos promueven justicia social, sostenibilidad y una vida plena, frente a las desigualdades del modelo hegemónico.

¿Cómo se podrían implementar en los diferentes escenarios de práctica? 

En el caso de la casa comunitaria SIE/Techotybá, incluir estas filosofías implica fomentar la conexión con la naturaleza mediante actividades sostenibles como huertas y reciclaje, y promover el sentido colectivo con trabajo en equipo, mingas y asambleas. También se pueden incorporar espacios de disfrute cultural, rescatar saberes ancestrales, y priorizar el bienestar integral de la comunidad, atendiendo tanto necesidades materiales como emocionales. Además, prácticas de sostenibilidad e inclusión deben estar presentes, asegurando que todas las personas y diversidades sean valoradas.

¿Qué se entiende por calidad de vida y cuál es su importancia?

La calidad de vida se refiere a lo bien que una persona o comunidad vive, considerando no solo lo material, como la salud, la educación y la vivienda, sino también aspectos más profundos como las relaciones sociales, la seguridad, el bienestar emocional y el entorno. Es el equilibrio entre cubrir las necesidades básicas y poder disfrutar de una vida plena, en la que se tienen oportunidades para desarrollarse, participar en la sociedad y sentirse parte de algo.

Es importante porque una buena calidad de vida no solo implica tener lo necesario para sobrevivir, sino también disfrutar de derechos, tener un entorno saludable y sentir que se vive con dignidad. Esto crea comunidades más equitativas y solidarias, donde las personas pueden crecer y contribuir al bienestar colectivo.