De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)(2011), los sectores económicos más afectados por las olas invernales debido a la generación de movimientos en masa son la minería, industria y turismo; el sector agropecuario; la infraestructura y los servicios sociales como educación, salud, cultura y deporte; tanto por pérdidas como por daños. Siendo Cundinamarca, Santander, Norte de Santander, Antioquia y Atlántico, los departamentos más afectados por pérdidas durante el transporte en carretera, así como Bolívar y Valle del Cauca han sufrido la mayor parte de pérdidas y daños en total.
Por ello, a la hora de evaluar los impactos económicos sobre la economía del país se debe avaluar la infraestructura e inmuebles que sufrieron daños, así como el avalúo del ganado y la agricultura afectada, considerando que estas actividades pudieron haber tenido pérdidas de forma directa sobre los cultivos y predios ganaderos, sufren consecuencias por situaciones poco apropiadas que dificultan la producción agropecuaria, o hay pérdidas tanto de productos perecederos como no perecederos por el mal estado de las vías luego de los deslizamientos. Todo ello lleva a una serie de efectos indirectos como la ausencia de percepción de recursos en peajes, la pérdida de mano de obra y empleos por las dificultades en la movilización, pérdidas de las entidades de transporte al abordar vías alternas, reducción de ingresos en el sector comercial, y la inversión necesaria en labores de restauración y recuperación (Cuadros & Zambrano, 2012).
Por ello se requiere de medidas de control para evitar este tipo de eventos, tal como controlar la deforestación en bosques de ladera y la construcción de asentamientos en zonas de riesgo, evaluación de la amenaza antes de aprobar una obra de infraestructura vial, capacitación a la comunidad para reaccionar ante el desastre, mejorar la capacidad de las entidades gubernamentales para dar respuesta, contar con un sistema de emergencia establecido y obras de mitigación tales como los diferente métodos de abatimiento de taludes, drenaje, protección de la superficie e incremento de la resistencia tanto externa como internamente (Alberti, Canales, & Elizabeth, 2006).
Bibliografía
Alberti, J., Canales, R., & Elizabeth, B. (2006). Técnicas de mitigación para el control de deslizamiento en taludes y su aplicación a un caso específico. El Salvador: Universidad del Salvador.
Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Evaluación – Valoración de los daños (y pérdidas) ocasionados por la ola invernal (La Niña) 2010-2011. Colombia. 2011. p.34.
Cuadros, Á., & Zambrano, S. (2012). Metodología para la cuantificación de pérdidas económicas en corredores viales por deslizamientos y avalanchas. Bogotá D.C.: Pontificia Universidad Javeriana.