¿Qué elementos se rescatan de la visita a los diferentes espacios en la localidad de Ciudad Bolívar?
En primer lugar, considero que es pertinente señalar que escoger a Ciudad Bolívar como un escenario de salida pedagógica es un hecho peculiar, pero simbólicamente muy significativo en cuanto a la resignificación de esta localidad, ya que es el reconocimiento a los procesos que se gestan dentro de la misma ciudad, llevándonos a reflexionar sobre los modos en que comprendemos este lugar y sobre todo a hacernos pensar que no hay que salir de Bogotá para encontrar procesos colectivos construidos por los mismos sujetos que se enmarcan dentro de la resistencia y la organización popular en pro de los derechos humanos y el reconocimiento a las poblaciones históricamente marginalizadas. En este mismo sentido, la metodología usada por la docente es la que señala en su texto de Salidas Pedagógicas, donde citando a Cañar (1982), se ve en el contacto directo con el entorno, un modo de comprensión e investigación profunda que requiere la apertura por parte de quien hace la inmersión y con ello también de un aprendizaje complejo desde donde se plantean alternativas de transformación.
Con esto en mente, el primer aspecto que quiero destacar es la alegría de los co-formadores, quienes pese a sus historias de vida, rodeadas de contextos violentos, una condición socioeconómica complicada y otros factores que pueden contribuir a desmejorar su estado anímico, su estabilidad emocional y con ello su calidad de vida, se muestran alegres y resilientes, orgullosos de los procesos que han llevado a lo largo de muchos años y con una sensación de realización. De esta manera, otro factor que quisiera destacar es el arraigo para con el territorio de los co-formadores. Es decir, ellas y ellos no solo solo adelantan sus procesos de manera separada al territorio, sino que se percibe un arraigo y una defensa del mismo, que está relacionado no solo con unos lazos emocionales y afectivos con el mismo, sino de reconocimiento de las afrentas que en este se han disputado, de los vínculos que se han generado con las y los vecinos del lugar, etc. Finalmente, también deseo rescatar la apertura que tienen las y los co-formadores para con el grupo de práctica. Por un lado, no hay que perder de vista que la docente Adriana lleva mucho tiempo participando de estas organizaciones, lo que la hace una figura reconocida y respetada en estos espacios, sin embargo las personas que adelantan los procesos en estas colectividades podrían negarse a recibir a los grupos que la docente Adriana encabeza, por razones de protección, reserva, miedo y rechazo al utilitarismo por parte de la academia hacia las colectividades, etc. Sin embargo, ellos y ellas nos reciben y acogen con respeto y cariño, que por supuesto esperan que sea recíproco, en lugares que por su historia de resistencia y lucha colectiva son trascendentes para quien ha estado presente en dichos procesos.
¿Cuáles son las principales formas de organización y resistencia presentes en este territorio?
Las formas organizativas son comunitarias, con un enfoque en la memoria, en el ambiente-territorio y en la educación popular. Por un lado, el Museo Mundo Café recoge la memoria por medio de los objetos recolectados, que no solo hablan de un contexto concreto como Ciudad Bolívar, sino inclusive a nivel nacional, de los objetos y herramientas que generaciones pasadas han usado y construido narrativas en torno a ellas. Es un espacio para reencontrarse con las historias personales que pueden estar marcadas, por ejemplo, por el reloj del abuelo, el radio de la mamá, los libros de los hermanos mayores, etc. y también por el reconocimiento de la particularidad que envuelve a esos objetos que en la actualidad no solo "pasaron de moda" sino que se ven desplazados frente a un solo aparato tecnológico que recoge la función que antes representaban 100 objetos distintos. En ese sentido, recorrer El Museo Café nos hace pensar de manera histórica, reconociendo la funcionalidad que en algún momento tuvieron aquellos objetos, el contexto en donde estaban y la memoria que llevan consigo.Por otro lado, la huerta Red de Lucha Contra el Hambre encabezada por Don Jorge Ariza está más enmarcada en la defensa del territorio, el ambiente y la educación popular. Su propuesta, al ser una huerta, busca no solo la protección y un relacionamiento humano- naturaleza distinto, también revincularse con el territorio buscando enraizarse de nuevo después de ser un superviviente del conflicto armado. Por lo que respecta a la educación popular, es un espacio que abre sus puertas a la juventud para llevar a cabo un proceso de transformación y de búsqueda de nuevas oportunidades.