Los riesgos se dan cuando los factores de amenaza y vulnerabilidad se presentan en un mismo espacio y tiempo, conllevando a la posibilidad de que los elementos en riesgo (población, infraestructura, actividades económicas, entre otros) sufran pérdidas o daños debido a la ocurrencia de un desastre o emergencia, es decir, cuando este se materializa (Cardona 2001).
Es por ello que se hace necesario establecer estrategias que eviten, controlen o disminuyan estos riesgos, sin embargo, cuando las causas de una amenaza son de origen natural, dichas estrategias deben estar enfocadas en la reducción de la vulnerabilidad social, física y económica de la población y el lugar en el que habitan. En Colombia esto se lleva a cabo a través de 4 etapas de acuerdo a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) (2015):
1. La intervención prospectiva: se trata de evitar nuevas situaciones de riesgo a impedir que los elementos expuestos tengan un alto grado de vulnerabilidad ante los posibles eventos desastrosos; principalmente mediante estrategias de planificación
2. Intervención correctiva: Se reduce el riesgo existente de la sociedad mediante acciones de mitigación que reduzcan la vulnerabilidad de los elementos expuestos.
3. Protección financiera: Se promueve a través de la implementación de instrumentos financieros de retención o transferencia de riesgos como los seguros, los bonos para catástrofes y los derivados climáticos.
4. Gestión sectorial y comunitaria: Se incorporan las medidas de reducción del riesgo bajo lineamientos y estándares, así como se promueve el desarrollo de políticas en el ámbito público, privado y comunitario con carácter transversal entre los tres anteriores procesos.
Por lo tanto, el Plan Nacional de Gestión del Riesgo de la UNGRD (2016) es coherente al afirmar que la reducción del riesgo debe ser entendido como una inversión y no como un gasto, puesto que las necesidades de financiamiento para las intervenciones prospectivas, correctivas, la protección financiera y la gestión comunitaria, son menores que las requeridas para atender el desastre una vez materializado. Por ello, es más rentable invertir en mejorar las condiciones de la sociedad para que sea capaz de afrontar las amenazas y evitar los daños y pérdidas materiales, económicas, ambientales y sociales.
Bibliografía
Cardona, O. (2001). Estimación holística del riesgo sísmico utilizando sistemas dinámicos complejos. Barcelona: UNIVERSITAT POLITÈCNICA DE CATALUNYA.
Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. (2016). Plan Nacional de Gestión del Riesgo. Bogotá D.C.: UNGRD.
Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. (8 de Abril de 2015). ¿Qué es la Reducción del Riesgo? Obtenido de Subdirección para la Gestión del Riesgo: http://portal.gestiondelriesgo.gov.co/Paginas/Reduccion-Riesgo-Desastres.aspx